domingo, 24 de mayo de 2015

Conclusiones finales

A lo largo de los meses de abril y mayo he llevado a cabo el proyecto de prácticas que exponía en la entrada correspondiente.

Ha resultado un proyecto tremendamente interesante, durante el cual he tenido la oportunidad de poder poner en práctica los conocimientos adquiridos durante la carrera. La psicopedagoga del centro de prácticas me ha dado todas las facilidades posibles para poder realizarlo.

Sin embargo, no ha sido tampoco un camino de rosas. Las tareas que he llevado a cabo como colaboradora del centro no se limitaban a las relacionadas con el proyecto, sino que también he hecho otras tareas de apoyo a alumnos, evaluaciones psicopedagógicas, orientación... y he tenido que buscar un equilibrio para poder compatibilizarlo todo.

Además, el propio proceso de realizar el plan de trabajo ha resultado más complicado de lo que preveía. En especial, durante las primeras fases del plan de trabajo la descoordinación fue demasiado grande y provocó muchos problemas. La llegada de la Semana Santa y la falta de disponibilidad de algunos agentes implicados, junto con la poca disposición de algunos familiares de alumnos y otros factores, hicieron que la planificación de horas realizada para las primeras fases resultara del todo insuficiente, y requiriera más dedicación por mi parte para poder llegar a las fechas previstas y comenzar las actividades a principios de mayo.

Afortunadamente esas dificultades se solventaron, y durante las últimas fases todo fue mejor, pudiéndose llevar a término la intervención psicopedagógica con unos resultados satisfactorios. Sin embargo, esa mala planificación inicial de horas podría haber resultado mucho más problemática y poner en riesgo la correcta realización del plan de trabajo, por lo que considero que el mayor error que he cometido durante esta intervención ha sido una planificación excesivamente optimista para las primeras fases.

Considero también que las técnicas para intentar minimizar el problema fueron las apropiadas: recurrir a herramientas TIC para facilitar y agilizar la comunicación, realizar tareas de análisis de la información yo sola para reducir el tiempo que tuvieran que dedicar a esa tarea otros agentes, tomar decisiones de forma unilateral (buscando luego la confirmación y el consenso) en lugar de dedicar mucho tiempo a debatir inicialmente esas decisiones... Si se hubiera dispuesto de más tiempo se habría intentado recurrir a opciones que implicaran mayor presencia física de todas las partes, pero eran las únicas alternativas de que disponía y creo que su aplicación fue correcta y contribuyó a solventar el problema de horas.

Finalmente, una posible mejora para esta intervención sería alargar algo más el tiempo de puesta en práctica de las actividades (y de recogida de información de los alumnos y profesores durante las mismas), para estudiar la evolución de los implicados durante más tiempo y en un conjunto mayor de actividades y poder considerar los resultados más representativos y concluyentes.

En conjunto, el proyecto ha resultado muy enriquecedor y satisfactorio, al mismo tiempo que muy estresante y frustrante en ocasiones, requiriendo mucha dedicación y esfuerzo por mi parte. Con todo, su resultado final ha compensado todas las dificultades.

viernes, 22 de mayo de 2015

Evaluación

Al mismo tiempo que se realizaba la fase de puesta en práctica de las actividades, se ha ido recogiendo información sobre los alumnos y profesores durante la realización de dichas actividades.

El objetivo de esa recogida de información era poder tener una serie de indicadores que nos permitieran medir de forma objetiva la evolución de los alumnos (lo cual nos permite considerar si las actividades realizadas en la fase anterior fueron efectivas) y también la evolución del profesorado (que eran los agentes objeto de la intervención psicopedagógica).

Para recoger la información, se ha recurrido a formularios que se han ido completando mediante la observación tanto de alumnos como profesores durante la puesta en práctica de las actividades. Esos formularios recogen información objetiva y medible, como por ejemplo, entre otros:

  • Número de veces que el alumno participa espontáneamente en la actividad.
  • Número de veces que el alumno solicita ayuda al profesor para la actividad.
  • Tiempo que el profesorado dedica a tareas de comunicación y coordinación interna.
  • Grado de ajuste de la temporalización de las actividades a la temporalización prevista.
  • Resultados de los alumnos ante las actividades.
  • Grado de satisfacción de los alumnos ante las actividades.
  • Grado de satisfacción de los profesores ante el proceso seguido.
A raíz del análisis de los datos recogidos se puede concluir que el profesorado ha ido evolucionando de forma progresiva a lo largo de todo el proceso de intervención psicopedagógica. Esta evolución fue más pronunciada con las primeras actividades, de modo que el profesorado rápidamente pasó de tener una actitud neutra y unos conocimientos básicos a tener una actitud  muy positiva y unos conocimientos suficientes. Tras esas primeras actividades, se redujo paulatinamente esa evolución, estancándose en las últimas actividades. A lo largo de todo el proceso han tenido una muy buena actitud y han colaborado mucho entre ellos, comunicándose continuamente también conmigo y facilitándome toda la información necesaria así como el acceso a las actividades como observadora.

Por parte de los dos alumnos, desde un principio su participación y colaboración en las actividades fue sobresaliente, participando con mucho interés en ellas y con una actitud realmente positiva. Su evolución fue constante, y en prácticamente todas las actividades mostraron alguna mejora en algún aspecto. Para poder realizar la evaluación del progreso de los alumnos también se han realizado entrevistas con sus padres, pidiéndoles una valoración de los progresos de sus hijos en el contexto del hogar y en la realización de algunas actividades que había que realizar en dicho contexto.

El tiempo dedicado a la recogida de información necesaria para realizar la evolución se contemplaba dentro de las 30 horas de la fase anterior de puesta en práctica de actividades. Las 5 horas que estaban previstas para esta última fase de evaluación se han empleado en el análisis exhaustivo de dicha información y en las entrevistas con los padres, y esta temporalización se ha cumplido según lo previsto.

Todo ello nos lleva a considerar esta intervención psicopedagógica como un éxito, aunque dicho éxito se ha conseguido en gran parte a costa de realizar un mayor número de horas del previsto durante las primeras fases. Para futuras intervenciones psicopedagógicas similares habrá que tener en cuenta el tipo de dificultades encontradas en esas fases, de forma que pueda realizarse una planificación más adecuada.

lunes, 18 de mayo de 2015

Puesta en práctica de las actividades

Durante el mes de mayo se ha estado llevando a cabo la fase de puesta en práctica de las actividades diseñadas previamente. A lo largo de la realización de dichas actividades se ha estado recopilando información destinada también a facilitar la última fase: la evaluación.

La puesta en práctica de las actividades ha ido casi a la perfección, debido sobre todo al trabajo realizado en las fases previas. El diseño detallado de las actividades y la adecuada definición de tareas y responsabilidades para cada parte ha sido fundamental para que los diferentes agentes implicados hayan realizado sus funciones.

La participación de las familias de los alumnos en alguna de las actividades ha sido adecuada y han mostrado una buena disposición. El profesorado, a su vez, ha demostrado una buena capacidad de adaptación y autogestión, coordinándose y comunicándose de forma eficaz y trabajando de manera colaborativa.

Ha habido que realizar cambios y ajustes menores, debido a problemas tales como dificultad de encontrar algún material  necesario para alguna actividad, necesidad de adaptar ligeramente ciertas actividades para adecuarlas al progreso y a las necesidades que se habían detectado en los niños, sustitución de un profesor durante unos días por enfermedad... Ninguna de estas dificultades ha supuesto un obstáculo reseñable.

Por parte de los alumnos, su participación en las actividades ha sido la esperada y las han realizado con una buena actitud. La colaboración de las familias (su apoyo declarado al profesorado, su coherencia en lo realizado en el contexto familiar con lo realizado en el centro, su comunicación con los hijos...) ha sido especialmente importante para lograr la implicación de los niños.

En definitiva, las actividades se han llevado a cabo en el tiempo previsto (con ligeras variaciones poco importantes y siempre porque se han considerado oportunas), el uso de los recursos ha sido el adecuado y todos los agentes han participado de forma excelente. En cuanto al tiempo dedicado, se ha ajustado bien dentro de las 30 horas previstas inicialmente, ya que gracias a la buena coordinación y gestión de los agentes ha habido una cantidad reducida de problemas y todos ellos han resultado de fácil solución. Todo ello nos lleva a considerar esta fase como un éxito.

Después de esto, solo queda la última fase: la de evaluación.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Diseño de actividades

Ya os he contado en las dos entradas anteriores (aquí y aquí) las peripecias que sufrimos durante parte del mes de abril para algunas fases previstas en el plan de trabajo. También durante el mes de abril estaba previsto realizar la fase de la que voy a hablar en esta entrada: el diseño de las actividades.

Afortunadamente, esta fase sí que se desarrolló de forma fluida y bien coordinada, con un ambiente de trabajo correcto y una disponibilidad suficiente por parte de todas las partes implicadas. Además, las actividades desarrolladas por el equipo docente requirieron de pocas correcciones, las cuales principalmente estuvieron enfocadas a establecer una mayor precisión en la temporalización y planificación de las mismas, así como en sus objetivos y en los criterios que se seguirían para evaluarla.

El uso de las herramientas TIC facilitó mucho la comunicación, y especialmente recurrimos al correo electrónico y a herramientas de mensajería (Whatsapp) y de vídeoconferencia (Skype). La totalidad de los profesores conocían y usaban estas herramientas de forma fluida, por lo que han supuesto un aumento considerable de la eficacia en esta fase.

También se notó que se había aprendido de las dificultades y errores cometidos en las fases anteriores, por lo que en esta ocasión todos pusieron de su parte para facilitar la coordinación, la comunicación y el consenso entre todos.

Aunque las horas invertidas por el profesorado en el diseño de las actividades fueron bastantes, las horas que yo tuve que dedicar a tareas propias de la psicopedagoga se ciñeron bien a las 10 inicialmente previstas. Conseguimos finalizar esta fase el viernes 1 de mayo, que era la fecha en que deseábamos terminarla, para disponer de todo el resto de mayo para las fases 5 y 6.

Todo ello me lleva a considerar esta fase como un éxito, en especial tras las dificultades que tuvimos que superar en las dos fases anteriores.

Además, esa inercia de colaboración, comunicación y buena coordinación se ha mantenido desde entonces en la quinta fase. Pero eso lo contaré en la siguiente entrada.

sábado, 9 de mayo de 2015

Temporalización y reparto de tareas

En la misma línea que la entrada anterior, durante la fase de temporalización y reparto de tareas hubo ciertas dificultades y problemas con los que lidiar.

Si en la fase de análisis de la información el principal obstáculo fue la falta de disponibilidad de los profesores, en esta fase la falta de disponibilidad ha sido de las familias de los alumnos, en especial la del alumno con retraso madurativo.

Dado que el objetivo de esta fase era acordar entre todas las partes una temporalización y un reparto de tareas, esta falta de disponibilidad supuso ciertos retrasos. Sin embargo, el problema no fue grave dado que la temporalización y el reparto de las tareas se acordaron entre la psicopedagoga, el profesorado y la dirección del centro, dentro de los límites temporales previstos. Posteriormente se les comunicó a las familias de los alumnos estas decisiones tomadas.

Las familias de ambos alumnos, en general, comprendieron las decisiones y aceptaron el reparto de tareas. Hubo una cierta adaptación de las mismas teniendo en cuenta sus sugerencias y comentarios, pero en su mayor parte la temporalización y el reparto de tareas se quedaron como se habían planteado.

En esta ocasión, las horas previstas para la tarea se excedieron un poco, pero no tanto como lo que ocurrió en la fase de análisis de la información. En lugar de las 5 horas inicialmente previstas en el plan de trabajo, se emplearon unas 8 horas en total para diseñar la temporalización y el reparto de tareas, convocar y coordinar a todas las partes y llevar a cabo las diversas reuniones que fueron necesarias.

Es interesante tener en cuenta que una de las profesoras, durante esta fase, se había adelantado un poco y había comenzado a diseñar actividades de enseñanza-aprendizaje para los niños (que iba a ser la siguiente fase). Este diseño nos ayudó a estimar la temporalización necesaria y contribuyó a facilitar un poco esta fase.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Análisis de la información

Tras unas últimas semanas muy agitadas con la realización del Prácticum, por fin puedo exponer de una forma un poco ordenada todo lo que ha ido ocurriendo. Intentaré ceñirme a mi idea inicial de ir creando una entrada en el blog por cada fase del plan de trabajo.

Aunque la fecha prevista de reanudación de las tareas era el día 7 de abril, después de la Semana Santa, esos días no hubo completa disponibilidad de algunos agentes, en especial de los profesores del centro, ya que uno de ellos tenía unos días de vacaciones y el resto estaban ocupados con otras tareas que estaban consideradas más prioritarias.

Así pues, no pudieron organizarse encuentros con todos los implicados simultáneamente, sino que hubo que organizar múltiples entrevistas con cada uno por separado. Esto provocó problemas de comunicación y entendimiento, y por supuesto dificultó muchísimo llegar a un consenso sobre la definición del problema, su descripción, y la definición de los objetivos a perseguir.

Para intentar minimizar la problemática, recurrí a diversas técnicas: conversaciones telefónicas, uso de las TIC (correos electrónicos, WhatsApp, Skype), elaboración de cuadros resumen con las diversas opiniones y aportaciones de los implicados... Además, en lugar de dejar que los implicados analizaran la información, me ocupé de realizar un análisis preliminar y un resumen de lo más relevante, para que pudieran analizarlo más rápidamente y adecuar ese análisis a su disponibilidad. Aun con todo ello, las 5 horas previstas en el plan de trabajo para el análisis de la información se han quedado muy cortas, y estimo que en total le he dedicado unas 15 horas, entre el análisis de la información como tal, las tareas de coordinación, las reuniones y la elaboración de documentación.

Por lo tanto, los distintos indicadores que habíamos establecido para la evaluación de esta fase indican que su desarrollo ha estado lejos de ser óptimo. El único indicador que se ha cumplido es que se ha llegado al acuerdo dentro de las fechas previstas (mediados de abril), pero incluso eso se ha cumplido gracias a haber dedicado mucho más tiempo del inicialmente planeado.

Problemas parecidos ha habido también en las siguientes fases planeadas para abril (temporalización y reparto de tareas, y diseño de actividades). Lo contaré en las entradas correspondientes, que crearé en los próximos días.

viernes, 3 de abril de 2015

Recogida de información

Tal y como vimos en la entrada anterior, la primera fase del plan de trabajo consiste en recoger la información adecuada.

En la temporalización se hizo una estimación de unas 15 horas a lo largo del mes de marzo para dedicarlas a dicha recogida de información. En la práctica han supuesto algunas horas más, siendo del orden de unas 18 horas, debido a que para recoger ciertos tipos de información dependíamos de agentes externos (por ejemplo, personal del centro educativo de escolarización de los alumnos) cuya disponibilidad no se adecuaba siempre a nuestras necesidades.

A pesar de estas leves dificultades, hemos recogido la información necesaria que habíamos previsto en el plan de trabajo:


  1. Entrevista con el director del centro educativo, que nos proporcionó una visión global sobre los datos académicos, los objetivos generales del centro, el plan de atención a la diversidad del centro (PAD) y nos puso en contacto con el profesorado más directamente implicado con los alumnos (tutor, AL, PT).
  2. Entrevista conjunta con dicho profesorado, la cual nos ayudó a obtener un mayor nivel de detalle sobre los trastornos de los alumnos y el tipo de actividades y estrategia que desde el centro se sigue con ellos.
  3. Entrevistas con las familias de ambos alumnos y puesta en común con ellos de la percepción de las dificultades que tienen y de las estrategias que consideran que se deberían seguir, así como gestión de las expectativas.
  4. Observación de los alumnos dentro de su ámbito escolar, dentro y fuera del aula, para estudiar sus problemas de conducta y socialización, siguiendo hojas de observación para anotar los datos.
  5. Los familiares y el profesorado proporcionaron también información sobre diferentes pruebas y tests que se les han pasado a los alumnos, así como informes médicos.
Aunque hemos recibido copias del dictamen de escolarización y del informe de evaluación psicopedagógica del EOEP de la zona, acordamos, junto con las familias, realizar una nueva evaluación de ciertas pruebas estandarizadas con el fin de actualizar la información. Las pruebas que se pasaron a ambos niños fueron: WISC, ITPA, PLON-R y el registro fonológico inducido de Laura Bosch.


Se acuerda realizar una pausa durante la Semana Santa en la que no se avanzará en el plan de trabajo, siendo la fecha prevista de reanudación de las tareas el día 7 de abril.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Mi proyecto de prácticas

A lo largo de la segunda parte del Prácticum, me centraré en realizar las tareas necesarias de apoyo, coordinación y seguimiento a los profesores de mi centro de prácticas que van a tener que llevar a cabo dos planes de intervención sobre sendos alumnos:


  1. Una alumna con discapacidad intelectual, escolarizada en 6º de EP, pero con nivel de competencias de primer ciclo de Primaria.
  2. Un alumno con retraso madurativo matriculado en el tercer nivel del segundo ciclo de educación infantil.

Para llevar a cabo las tareas, se ha elaborado un plan de trabajo que detalla las diferentes etapas que iremos siguiendo durante todo el proceso. A grandes rasgos, las etapas son:

  1. Primera fase: recogida de información.
  2. Segunda fase: análisis de la información.
  3. Tercera fase: temporalización y reparto de tareas.
  4. Cuarta fase: diseño de actividades.
  5. Quinta fase: puesta en práctica de las actividades.
  6. Sexta fase: evaluación.
En cada una de las fases se plantearán diversos objetivos, y se trabajará con los agentes implicados de una forma holística y cooperativa.

Los objetivos generales que se pretende conseguir al finalizar este plan de trabajo son mejorar la capacidad de respuesta del profesorado del centro y del personal de apoyo ante circunstancias que impliquen trabajar con alumnos con ciertas dificultades, ya que hasta ahora dichos profesores y personal carecen de los conocimientos y experiencia necesarios. Además, se pretende que sean capaces de darle una continuidad a la intervención con los alumnos, difundir los conocimientos aprendidos a otros profesores, y aplicarlos a otros casos diferentes de aquellos que vamos a trabajar.

El plan de trabajo completo lo podéis ver aquí.