domingo, 16 de noviembre de 2014

Actividades en la biblioteca del barrio

Dentro de las actividades que realiza la Asociación Cultural Gandalf, y en las que yo colaboro, se encuentra la impartición de talleres y cursos en una biblioteca con la que colaboramos.

Los cursos están destinados a niños, y aunque pueden ser de temática variada en general están orientados a fomentar las habilidades de lectura, escritura y comunicación oral. Durante esos cursos realizamos trabajos en equipo, enseñamos el funcionamiento y el uso de la biblioteca, mostramos otras actividades que se realizan en la biblioteca (cuentacuentos, presentaciones de libros, talleres de ciencias...).

El objetivo de estos cursos, además de mejorar habilidades de los niños, es también enseñarles que la biblioteca  no es el sitio aburrido que dice el tópico, sino que realmente constituye una alternativa para el ocio, ya que se trata de un lugar en el que no solo hay libros, sino DVD, cómics, CD de música, acceso a Internet...

Se intenta que los niños cuenten con la biblioteca como un espacio en el que pasar las tardes y en el que conocer a gente, como alternativa a estar en la calle o en casa jugando a la consola. Lo cierto es que conseguimos una dinámica de grupo muy interesante, los niños enseguida hacen amistad, y es habitual que muchos de ellos decidan apuntarse al siguiente taller.

Se persigue además que los alumnos que asisten a los talleres presenten una cierta variedad, de forma que se les fomente la interacción con otras personas. Así, tenemos alumnos de colegios públicos, privados y concertados; de edades entre 5 y 15 años; niños y niñas... En general las actividades las adaptamos a las necesidades de cada alumno y tratamos de que todos se diviertan aprendiendo y nadie se aburra.

Los talleres se imparten habitualmente en sesiones semanales de 2 horas (en verano duran más), y son totalmente gratuitos. Se imparten en una sala destinada a este tipo de actividades, que es como un aula, y se encuentra bien aislada del resto de la biblioteca de modo que podemos hablar y reír tranquilamente sin molestar a la gente que esté leyendo o estudiando. Tanto los niños como sus padres están muy contentos con los cursos, y prevemos continuar impartiendo este tipo de cursos u otros parecidos también a lo largo de 2015.

En esta actividad los niños inventaban una historia por parejas y se la contaban a los demás

Como reflexión, tanto mientras imparto estos cursos como mientras trabajo en la propia Asociación me doy cuenta de que uno de los grandes males que asola a los niños de hoy en día es la falta de imaginación. Les cuesta mucho inventar historias, soñar, evadirse. Su ocio consiste en muchos casos en jugar a las consolas y ver la televisión, apenas conversan con sus padres o con otros niños, y sus juegos en los recreos se reducen casi exclusivamente al fútbol y a imitar personajes de programas o series de televisión. Esta falta de imaginación se traduce directamente en una gran dificultad para enfrentarse a la resolución de nuevos problemas o a nuevos contextos, y se bloquean con facilidad.

Es estimulante ver como tras pocas horas de un curso en el que se intenta fomentar la imaginación y la participación esto cambia y los niños comienzan a expresarse con imaginación y libertad, sin los convencionalismos sociales que adquirimos según vamos creciendo, y por el camino haciendo amistades y disfrutando mucho en un espacio, la biblioteca, que nunca habrían pensado que pudiera ser tan divertido.

¡Hasta la próxima entrada!

1 comentario:

  1. Me ha gustado la descripción que realizas del centro y su contexto. De todas formas, sería conveniente que hablaras de las funciones del psicopedagogo y en cuáles participarás. Por el momento lo que describes se enmarca más en la figura del educador social o monitor.

    Un abrazo

    Un abrazo

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