sábado, 6 de diciembre de 2014

Intervención en el caso

En la entrada anterior planteé el caso de un niño de 11 años sobre el cual estamos realizando una intervención psicopedagógica tras concluir que presentaba una dislexia tanto de la vía fonológica como de la visual.

En esta entrada hablaré de la propia intervención que estamos llevando a cabo en este caso, incidiendo en el tipo de necesidades y áreas que trabajamos para este niño y un resumen breve de algunas de las actividades que se llevan a cabo con él. Finalmente hablaré de una problemática con el marco legislativo que tenemos en la Comunidad de Madrid y que afecta particularmente a este caso.

Necesidades detectadas

Completada la evaluación y partiendo del currículum oficial de etapa, las pautas de intervención sobre el alumno se enfocarán para priorizar los objetivos del área de lengua y literatura. Las necesidades principales detectadas en el niño son:

  1. Necesidad de aumentar sus capacidades de comunicación a nivel expresivo y de comprensión, tanto de forma oral como escrita.
  2. Necesidad de ampliar y estructurar sus emisiones orales.
  3. Necesidad de mejorar las relaciones entre las palabras.
  4. Necesidad de recurrir a estrategias visuales que compensen la dificultad en el procesamiento auditivo y vocal.

Objetivos y actividades

Para satisfacer las necesidades del niño se plantean diferentes objetivos de trabajo que engloban distintas actividades dispuestas de la siguiente manera:


  1. Mejorar la estructura morfosintáctica para favorecer la comunicación.
    • Tren de palabras para ampliar la extensión de la frase.
    • Con apoyo visual introducir los nexos, preposiciones y artículos en la frase.
    • Igualmente con apoyo visual, ordenar secuencialmente una frase o historia.
    • Integración y cierre gramatical.
    • Petición de objetos.
    • Encadenamiento hacia atrás.
  2. Favorecer procesos de comprensión del lenguaje a través de:
    • Comprensión de instrucciones, de menos a más, y con sentido y sin sentido.
    • Comprensión oral de cuentos con apoyo visual y sin apoyo visual.
    • Ordenación y explicación de secuencias lógico-temporales.
  3. Favorecer el uso de la función comunicativa:
    • Función informativa: descripción de láminas, nombrar objetos y animales.
    • Descripción y narración de historias lógico-temporales de hábitos cotidianos y comprensión social.
    • Función heurística: "quién es quién".
    • Función imaginativa: a través de actividades metalingüísticas que favorezcan la adquisición del lenguaje escrito.
    • Actividades que favorezcan la segmentación silábica.
  4. Mejorar el desarrollo semántico.
    • Campos semánticos.
    • Familias semánticas.
    • Opuestos con apoyo visual.
    • Ordenar secuencias temporales.
    • Elemento intruso.
  5. Mejorar la adquisición del lenguaje escrito con un objetivo funcional, incidiendo en la vía fonológica de acceso al léxico.


Problemática en la Comunidad de Madrid con el marco legislativo

Uno de los motivos por los que escogí este caso para el blog es para ilustrar una problemática que tenemos en la Comunidad de Madrid con el marco legislativo que abarca a los alumnos con necesidades educativas especiales.

En principio estas actividades deberían desarrollarse en el propio centro educativo del niño. Sin embargo, en la Comunidad de Madrid en estos casos nos debemos regir por el R.D. 696 de Ordenación de la Educación de los Alumnos con Necesidades Educativas Especiales de 1995. Aunque este R.D. está derogado, no disponemos a nivel de Comunidad Autónoma de otro marco legislativo por el cual regirnos en estos casos y por tanto tenemos que seguir aplicándolo.

Según este R.D., a este alumno no se le considera como alumno con necesidades educativas especiales sino como alumno con necesidades especiales de apoyo educativo, ya que la dislexia es una dificultad específica del aprendizaje y no una necesidad educativa especial.

Esto provoca que desde el centro educativo propio del niño no se le esté dando apoyo educativo específico ni realizando adaptaciones curriculares ni otras acciones necesarias, y todas estas acciones deban realizarse desde un ámbito educativo no formal como la asociación en la que realizo las prácticas. En la práctica, sin embargo, desde la asociación hacemos todo lo posible por coordinar a otros agentes educativos y del ámbito familiar del niño para conseguir que estas acciones tengan su implantación en otros contextos diferentes y su efectividad sea mayor.

¡Hasta la próxima entrada!

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