martes, 16 de diciembre de 2014

Conclusiones finales del prácticum I

A lo largo de la realización de las prácticas en la Asociación Cultural Gandalf, he tenido la ocasión de poder participar en primera persona del proceso de intervención psicopedagógica sobre todo en alumnos con riesgo de exclusión social, que tienen difícil acceso a una educación de calidad y cuyo entorno familiar está habitualmente desestructurado.

Comencé el prácticum familiarizándome con la asociación y con los profesionales que en ella trabajan, realizando actividades con los alumnos, en muchos casos de un modo que aunaba la formación con el aspecto lúdico. De este modo también conseguimos que los chicos me conocieran y confiaran en mí, así como sus familiares cercanos, lo cual luego ha resultado muy importante a la hora de trabajar con ellos. Esto es especialmente relevante dado que en este tipo de colectivos es muy difícil ganarse la confianza.

Por mi parte también he ido conociendo más en profundidad los casos de cada uno de los alumnos y la problemática particular que tienen asociada. Un ejemplo lo expuse en las dos entradas anteriores (aquí y aquí), pero existen tantos casos diferentes como alumnos tratamos en la asociación.

Puedo afirmar, por tanto, que una de las mayores dificultades con las que me he enfrentado ha sido, por un lado, el conocimiento de cada alumno y cada caso, junto con el entorno en que trabajaba; y otra de las dificultades ha sido ganarme la confianza tanto de los profesionales como de los alumnos y sus familiares.

A partir de ahí cada vez he ido realizando labores más centradas en las tareas propias de psicopedagogía, como por ejemplo participar en evaluaciones psicopedagógicas de alumnos nuevos o asesorar a padres y profesores de alumnos, así como participar activamente en la elaboración de planes de intervención proponiendo actividades, temporalización, reparto de responsabilidades o criterios de evaluación.

Ha sido una etapa muy interesante e instructiva, y la satisfacción ha sido mutua, por lo que la asociación ha aceptado también que realice mi prácticum 2 en ella. Estoy muy ilusionada por ello, ya que eso permitirá tener una continuidad de mi trabajo y poder llevar a cabo los planes de intervención con diferentes alumnos hasta el final, pudiendo llegar a las fases finales de evaluación de las intervenciones y de los resultados conseguidos por los alumnos tras las mismas.
Un camino difícil, pero bonito

No todo ha sido tan satisfactorio, sin embargo. Me ha resultado en parte decepcionante descubrir cómo en la "vida real" las intervenciones psicopedagógicas son muy complicadas de llevar a cabo de forma ideal, debido a diferentes factores. Algunos de los que nos hemos encontrado han sido la resistencia de los familiares, la indiferencia y la ineptitud de algunos de los profesores de los centros educativos de los alumnos y el nulo marco legislativo que existe en la Comunidad de Madrid para poder tratar adecuadamente ciertos casos. A todo ello hay que sumar la falta de medios, que en el caso de una asociación sin ánimo de lucro como es Gandalf es patente debido a la reducción de ayudas con la crisis y a que al ser laica hay ciertos tipos de ayudas a los que no puede optar. De hecho, este año no se les ha concedido absolutamente ninguna subvención, por lo que todo son pérdidas. También ha sido descorazonador ver cómo, a pesar de todos los alumnos a los que esta asociación ayuda, hay muchos más que no pueden optar a esa ayuda, bien porque ya no hay capacidad para atenderlos, o bien porque sus familiares o educadores ni siquiera se preocupan lo suficiente para buscar este tipo de apoyos.

En cualquier caso, el hecho de ver que hay tantos voluntarios ayudando de forma altruista en esta asociación, y el saber que al menos a algunos niños les estamos dando una ayuda valiosa y contribuyendo a la mejora de su educación y de sus condiciones, supone un gran estímulo y desde luego hace que toda la experiencia haya valido la pena a pesar de las sombras.

¡Nos vemos!

sábado, 6 de diciembre de 2014

Intervención en el caso

En la entrada anterior planteé el caso de un niño de 11 años sobre el cual estamos realizando una intervención psicopedagógica tras concluir que presentaba una dislexia tanto de la vía fonológica como de la visual.

En esta entrada hablaré de la propia intervención que estamos llevando a cabo en este caso, incidiendo en el tipo de necesidades y áreas que trabajamos para este niño y un resumen breve de algunas de las actividades que se llevan a cabo con él. Finalmente hablaré de una problemática con el marco legislativo que tenemos en la Comunidad de Madrid y que afecta particularmente a este caso.

Necesidades detectadas

Completada la evaluación y partiendo del currículum oficial de etapa, las pautas de intervención sobre el alumno se enfocarán para priorizar los objetivos del área de lengua y literatura. Las necesidades principales detectadas en el niño son:

  1. Necesidad de aumentar sus capacidades de comunicación a nivel expresivo y de comprensión, tanto de forma oral como escrita.
  2. Necesidad de ampliar y estructurar sus emisiones orales.
  3. Necesidad de mejorar las relaciones entre las palabras.
  4. Necesidad de recurrir a estrategias visuales que compensen la dificultad en el procesamiento auditivo y vocal.

Objetivos y actividades

Para satisfacer las necesidades del niño se plantean diferentes objetivos de trabajo que engloban distintas actividades dispuestas de la siguiente manera:


  1. Mejorar la estructura morfosintáctica para favorecer la comunicación.
    • Tren de palabras para ampliar la extensión de la frase.
    • Con apoyo visual introducir los nexos, preposiciones y artículos en la frase.
    • Igualmente con apoyo visual, ordenar secuencialmente una frase o historia.
    • Integración y cierre gramatical.
    • Petición de objetos.
    • Encadenamiento hacia atrás.
  2. Favorecer procesos de comprensión del lenguaje a través de:
    • Comprensión de instrucciones, de menos a más, y con sentido y sin sentido.
    • Comprensión oral de cuentos con apoyo visual y sin apoyo visual.
    • Ordenación y explicación de secuencias lógico-temporales.
  3. Favorecer el uso de la función comunicativa:
    • Función informativa: descripción de láminas, nombrar objetos y animales.
    • Descripción y narración de historias lógico-temporales de hábitos cotidianos y comprensión social.
    • Función heurística: "quién es quién".
    • Función imaginativa: a través de actividades metalingüísticas que favorezcan la adquisición del lenguaje escrito.
    • Actividades que favorezcan la segmentación silábica.
  4. Mejorar el desarrollo semántico.
    • Campos semánticos.
    • Familias semánticas.
    • Opuestos con apoyo visual.
    • Ordenar secuencias temporales.
    • Elemento intruso.
  5. Mejorar la adquisición del lenguaje escrito con un objetivo funcional, incidiendo en la vía fonológica de acceso al léxico.


Problemática en la Comunidad de Madrid con el marco legislativo

Uno de los motivos por los que escogí este caso para el blog es para ilustrar una problemática que tenemos en la Comunidad de Madrid con el marco legislativo que abarca a los alumnos con necesidades educativas especiales.

En principio estas actividades deberían desarrollarse en el propio centro educativo del niño. Sin embargo, en la Comunidad de Madrid en estos casos nos debemos regir por el R.D. 696 de Ordenación de la Educación de los Alumnos con Necesidades Educativas Especiales de 1995. Aunque este R.D. está derogado, no disponemos a nivel de Comunidad Autónoma de otro marco legislativo por el cual regirnos en estos casos y por tanto tenemos que seguir aplicándolo.

Según este R.D., a este alumno no se le considera como alumno con necesidades educativas especiales sino como alumno con necesidades especiales de apoyo educativo, ya que la dislexia es una dificultad específica del aprendizaje y no una necesidad educativa especial.

Esto provoca que desde el centro educativo propio del niño no se le esté dando apoyo educativo específico ni realizando adaptaciones curriculares ni otras acciones necesarias, y todas estas acciones deban realizarse desde un ámbito educativo no formal como la asociación en la que realizo las prácticas. En la práctica, sin embargo, desde la asociación hacemos todo lo posible por coordinar a otros agentes educativos y del ámbito familiar del niño para conseguir que estas acciones tengan su implantación en otros contextos diferentes y su efectividad sea mayor.

¡Hasta la próxima entrada!